SOMOS LOS HIJOS DE DIOS LLENOS DE SU AMOR Y GRACIAS

Somos los hijos amados del padre, el nos dice que nunca nos preocupemos por lo que vestiremos, comeremos y necesitemos. Es cierto, muchas veces tenia que ir a un evento o participar en algo que parecía no tan importante, pero que en sí lo era. Pasaba por la tienda de zapatos y el remate era de modelos elegantes a precio de ganga; retornaba a la tienda en la que no compre el vestido por el precio muy alto; y, habían puesto el vestido de estilo aun precio de regalo. 

La gente envidiosa me agredió en la Parroquia en la que participe, gente llena de poco criterio y malignidad. Porque mi vestido fino y elegante me lo regalo Dios a un precio inexplicable. Que no es el precio sino la prestancia. Alguna vez en algún retiro, nos ridiculizaron que nos saquemos las caretas, que careta, cada cual en su esencia.

Eso me ayudo a darme cuenta que Dios elige lo más bello para mostrarte y enaltecerte, para que los demás no puedan disimular su envidia; porque a ellos que se disfrazan no les eligen el modelo de estilo, ni el zapato de elegancia. Pero que es lo que en sí Dios dispone, es que así como viste los campos y alimenta a las aves, nunca te faltara aquello que sea importante. dra. bertha de peru